Boletín
Comunidad Ecuménica Horeb-Carlos de
Foucauld
Nº 21-Mayo 2012
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"Cristianos y musulmanes juntos por el diálogo"
“Musulmanes y cristianos trabajen juntos por el diálogo y la paz en Pakistán. Es importante crear conciencia entre todos los creyentes del Islam del respeto hacia las otras religiones. Nuestro Profeta Mahoma era un mensajero de la paz y nuestro propio saludo es shalom, un saludo de paz. Continuaremos difundiendo y trabajando por el diálogo, la armonía y la paz en nuestro país": es lo que dice en una entrevista con laAgencia Fides, el imán de la mezquita de Lahore, Syed Muhammad Abdul Khabir Azad, una de las personalidades musulmanas principales en Pakistán.
Azad desde hace 16 años, está
al frente de la Mezquita Badshahi de Lahore, la más importante del país, y era
un amigo del ministro católico asesinado Shahbaz Bhatti. Como líder del
"Consejo Interreligioso de Pakistán para la paz y la armonía", ha
organizado hoy en Multan (en el Punjab), una conferencia para hacer hincapié en
la necesidad del diálogo y la paz en Pakistán. En el meeting participan más de
500 personas entre académicos y religiosos de diferentes escuelas de
pensamiento, representantes de las religiones del mundo, diplomáticos, parlamentarios
y miembros de la sociedad civil.
El Ministro Federal para la Armonía, Paul Bhatti, ha pronunciado un discurso en la conferencia subrayando que: "Es fundamental reunir a las personas de diferentes religiones y darles la oportunidad de sentarse juntos para desarrollar caminos de diálogo interreligioso, relaciones interreligiosas y promover la armonía entre las religiones, con el fin de traer prosperidad a la sociedad de Pakistán". P. Francis Nadeem, OFM Cap, franciscano comprometido con el diálogo interreligioso en Lahore, dice a Fides: "El diálogo islámico-cristiano en Pakistán tiene la forma de un diálogo de vida: desarrollamos relaciones fraternales, participamos los unos a las fiestas de los otros, estamos cercanos ante los acontecimientos dolorosos y en las experiencias de solidaridad, como lo fue en las ayudas a los damnificados por las inundaciones". Por otra parte, continúa el fraile, "se organizan seminarios y conferencias, tratando de centrarnos en los valores comunes, tales como el amor, la tolerancia, la paz y también en temas de espiritualidad y mística". En este trabajo, "los medios de comunicación juegan un papel muy importante y tienen un fuerte impacto en la opinión pública: ver a los líderes religiosos más importantes uno al lado del otro conlleva un mensaje de amistad que llega hasta la base de los creyentes".
(PA) (Agencia Fides 18/4/2012)
El Ministro Federal para la Armonía, Paul Bhatti, ha pronunciado un discurso en la conferencia subrayando que: "Es fundamental reunir a las personas de diferentes religiones y darles la oportunidad de sentarse juntos para desarrollar caminos de diálogo interreligioso, relaciones interreligiosas y promover la armonía entre las religiones, con el fin de traer prosperidad a la sociedad de Pakistán". P. Francis Nadeem, OFM Cap, franciscano comprometido con el diálogo interreligioso en Lahore, dice a Fides: "El diálogo islámico-cristiano en Pakistán tiene la forma de un diálogo de vida: desarrollamos relaciones fraternales, participamos los unos a las fiestas de los otros, estamos cercanos ante los acontecimientos dolorosos y en las experiencias de solidaridad, como lo fue en las ayudas a los damnificados por las inundaciones". Por otra parte, continúa el fraile, "se organizan seminarios y conferencias, tratando de centrarnos en los valores comunes, tales como el amor, la tolerancia, la paz y también en temas de espiritualidad y mística". En este trabajo, "los medios de comunicación juegan un papel muy importante y tienen un fuerte impacto en la opinión pública: ver a los líderes religiosos más importantes uno al lado del otro conlleva un mensaje de amistad que llega hasta la base de los creyentes".
(PA) (Agencia Fides 18/4/2012)
Irak: Nuestra tierra es la tierra de Abraham
Entrevista al arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Matti Warda
ROMA, domingo 1 abril 2012 - Cuando el nuevo embajador de Irak
ante la Santa Sede presentó sus cartas credenciales, el papa Benedicto XVI
declaró de modo inequívoco que allí hay una Iglesia en lucha por su
supervivencia. El arzobispo caldeo de Erbil, Bashar Matti Warda, relata en esta
entrevista su experiencia.
Mark Riedemann para Dios llora en la tierra, en
cooperación con la fundación pontificia internacional Ayuda a la
Iglesia Necesitada, entrevistó al arzobispo caldeo de Erbil en el norte de
Irak, Bashar Matti Warda, sobre la historia de los católicos en Irak.
Un año antes de su ordenación, el arzobispo caldeo de Mosul fue
asesinado. Hubo amenazas de muerte a la jerarquía eclesiástica. Con todos estos
retos, de los que estaban muy conscientes, ¿no pensó acaso: "No quiero
esta responsabilidad, es demasiado"?
--Mons. Warda: No es normal, pero dije que estaba dispuesto a lo
que sea necesario. Se trata de la obediencia. Yo sabía que era exigente y
desafiante. Desde entonces he tenido varias experiencias en Bagdad durante y
después de la guerra. Afortunadamente Erbil es seguro, pero hay un miedo
natural que está allí, pero una vez que estás comprometido sólo tiene que ir,
eso es todo.
Ha completado sus estudios en Lovaina, Bélgica, y su tesis fue sobre la violencia en el Islam. ¿Por qué eligió este tema en particular?
--Mons. Warda: En 1993 y 1994, el antiguo régimen en Irak se
convirtió al Islam y al movimiento islámico, no porque creyeran en él, sino
para establecer un mayor control sobre todo durante la época de las sanciones.
Entonces experimentamos un aumento de la violencia dentro del Islam y entre los
musulmanes, especialmente en el Medio Oriente. He estudiado las raíces de estos
movimientos y esperaba que no hubiera un aumento de la politización y la
radicalización del Islam. De 2001 a 2003, fue obvio ver un surgimiento de los
movimientos islámicos radicalizados en la calle, lo que no es normal. Me di cuenta
de que el Medio Oriente en su conjunto está atravesando un momento muy delicado
y difícil, especialmente con el radicalismo islámico.
¿Es la violencia inherente al Islam o el Islam está siendo
manipulado por los fundamentalistas?
--Mons. Warda: Yo iría por lo segundo, la manipulación, porque
hemos vivido juntos durante muchos años en una coexistencia pacífica con los
musulmanes chiíes o suníes. Es ciertamente una manipulación dado que la
oposición a la violencia les es inherente. Ciertamente que hay violencia en el
curso de la historia del Islam y sigue habiéndolo aún; no hace mucho tiempo un
obispo fue asesinado y muchas familias se han visto obligadas a abandonar Mosul
y Bagdad. Muchos grupos dentro de Irak creen que el Islam es la única religión y
que el uso de la violencia para conseguirlo es justificable.
¿Hay una campaña dedicada a forzar a los cristianos a salir?
--Mons. Warda: La violencia está en todo el país. La situación
de los cristianos es un fenómeno especial. Los chiítas responden con violencia
hacia los suníes cuando son atacados, y viceversa, mientras que los cristianos
son la única comunidad que no responde con violencia. Por lo tanto, los hace
especiales...
Un blanco fácil si se quiere...
--Mons. Warda: Exactamente. Y hay tantas razones para atacar a
los cristianos; los cristianos son víctimas de un proceso social, económico,
político y de intereses. Hay personas que discriminan y atacan a los cristianos
porque son cristianos; hay otros grupos que atacan a los cristianos porque así
logran noticias internacionales, para mostrar al mundo entero que el proceso
político en Irak es un fracaso; hay otras personas que atacan a los cristianos
por interés social y finalmente otros por razones económicas. Este último grupo
amenaza a las familias cristianas forzándolos a salir de sus casas sólo con el
fin de ocupar las casas abandonadas.
Y los desplazados internos que van del sur al norte... ¿Cuál es
el impacto en su diócesis?
--Mons. Warda: La experiencia de esta pobre gente nos ha
impulsado a cuidar de ellos pastoralmente. Por lo tanto, es una gracia de Dios
y un signo de esperanza para nosotros. En las diócesis de Bagdad y Mosul, se
vieron obligados a cerrar iglesias, mientras nosotros estamos pensando en
construir nuevas iglesias para estas familias. Tenemos más de 5.000 familias
cristianas nuevas que necesitan un lugar. No se trata de algo temporal, porque
muchas personas gracias a Dios se compran propiedades en Erbil y Ankawa.
Comprar una propiedad es una señal de que piensan permanecer.
Lo cual es una buena señal para el país...
--Mons. Warda: Sí, es una buena señal para el país y también
para el cristianismo, porque podemos encontrar un equilibrio entre una zona de
sufrimiento y una zona pacífica. Esto también le dará esperanza a los demás obispos
y sacerdotes en Bagdad y Mosul que, al menos, ven un signo de esperanza, porque
lo que nos entristece son las familias que salen del país. Esto es realmente
una historia triste, porque sabemos que nunca volverán.
¿Hay una historia en particular que le llama la atención cuando
piensa en los refugiados?
--Mons. Warda: A una familia se le pide que prepare a su hija a
casarse con un emir, un jefe de un pequeño grupo radical, dentro de 24 horas.
El ultimátum es el matrimonio, convertirse al Islam y salir de la casa.
Ha habido una propuesta para desarrollar un enclave cristiano en
la llanura de Nínive. ¿Es esto una buena idea?
--Mons. Warda: En las conversaciones con los políticos
cristianos, ninguno ha pensado en esta idea en absoluto. No hay quien crea que es
una buena idea reunir a los cristianos en un solo lugar. Esto ha sido mal
interpretado desde el principio. Hay algunos pueblos y ciudades históricas que
han sido conocidas como cristianas. Un cierto grupo islámico comenzó a comprar
las propiedades de los cristianos al doble del precio justo para adueñarse de
las propiedades y cambiar la situación demográfica de la aldea, hasta que la
gente se dio cuenta de la motivación detrás de esto y dejaron de vender. La
demanda, en lugar de cambiar la demografía de estas ciudades, es darles
derechos constitucionales a estas ciudades históricas y pueblos. Nadie, sin
embargo, ha pedido reunir a los cristianos en un solo lugar.
Como hay dificultades, ¿también se está experimentando una
extraordinaria asistencia de fieles a la Misa, así como un incremento de las
vocaciones?
--Mons. Warda: Nuestra tierra es la tierra de Abraham. Él fue
llamado en un momento de esterilidad. También fue un momento de dificultad y
Dios le dijo mira el cielo y la multitud de estrellas: tu descendencia será
como esta. Y siempre ha sido así. Dios nos da una señal de esperanza en medio
del sufrimiento, de que se puede confiar en él y seguir adelante. Esta es la
alegría que experimentamos siempre y alabamos a Dios en medio del sufrimiento.
En medio de una crisis, Dios siempre nos dará la señal de la esperanza y la
alegría de que Él está con nosotros, el Emmanuel.
¿Qué podemos hacer para ayudar a los cristianos en Irak?
--Mons. Warda: La Iglesia en Irak es una Iglesia que sufre, pero
nos da la esperanza y el estímulo para continuar nuestra misión, porque vemos
que el cristianismo es valioso para el país. No podemos decir, “como nos
rechazan, debemos irnos”, no. Todavía tenemos muchas personas que creen con
nosotros que tenemos una misión hacia esta comunidad, especialmente durante los
tiempos de violencia. Tenemos una misión
allí que desempeñar muy importante para lograr la reconciliación de todas las
partes políticas. Por eso,
necesitamos muchas oraciones de su parte y también la conciencia que la iglesia
está todavía muy viva allí.